«El pozo de los deseos» surgió para describir la creencia de la existencia de ciertos dioses contenidos en el agua que podían cumplir lo que se pidiera con toda devoción, puesto que el agua es una fuente de vida.

En torno al año 1700 se popularizó entre la  gente arrojar monedas a los pozos para pedir un deseo.

Este insecto es sagrado en muchos lugares.

Según la leyenda, cuando  una mariquita se posa en tu mano, y vuela, hará buen tiempo; mientras que si permanece en tu mano, lloverá.

Sugaar es el marido de la diosa Mari. Tiene la forma de una serpiente voladora que vivía en cuevas y está  muy ligada a los relámpagos y truenos.

Los Jentilak son los antiguos habitantes del pueblo vasco antes del cristianismo.

Se suele decir que tienen una fuerza inhumana, se visten de pieles, y viven en la montaña.

Las lamias son hermosas criaturas, tienen forma de mujeres, y suelen vivir en los ríos.

Lamia es una mujer hermosa cuyas extremidades inferiores suelen ser las de un pato, una cabra o un pez, dependiendo del  lugar.

Es el hombre salvaje del bosque. También suele relacionarse con los gentiles.  Es alto y fuerte, y le llega el pelo hasta las rodillas.

Protege a rebaños y pastores. Cuando se acercan las tempestades avisa a los pastores. Protege a las ovejas de los ataques de los lobos. Basandere es su mujer, la  señora del bosque.

Es un ser malvado de un solo ojo. Vive en las cuevas, atrapa y devora a los jóvenes. Se dice que vivía en los alrededores de la cordillera navarra de Erreniega.

En la mitología griega, tiene su origen en los cíclopes.

Son duendes que pueden ser representados por  todas las culturas.

Como su nombre indica, van vestidos con  pantalón rojo y son seres muy eléctricos y dinámicos.

La madre de todas las diosas, la madre tierra.

La tierra es el lugar donde habitan  los seres vivos, y es la fuerza vital natural que ha creado nuestro entorno natural.

Gracias a ello viven los animales y las plantas, y ella, nos da tanto los alimentos, como el lugar que necesitamos para vivir.

En la tierra viven la mayoría de los personajes mitológicos y también las almas de los muertos.

Es el dios de la noche y de las tinieblas.

Es en  las noches más oscuras, cuando aprovecha para captar  a los jóvenes que se atreven a desafiar a la oscuridad.

La palabra «Sorgina» proviene del sufijo «sortu» por lo que significa «nacimiento».

Las mujeres sacerdotisas de la religión vasca eran similares a las Druidas celtas, responsables no sólo  de los campos de culto y ceremonias, sino  también de la recogida de hierbas silvestres para curar a la gente.

Entre los siglos XV y XVII sufrieron persecución y miles fueron ejecutadas.

La personificación de la naturaleza «la dama de Anboto».  Mari es la reina de las diosas y es la que domina a todos los personajes mitológicos. Vive en el interior de la tierra, en las cuevas del monte Anboto, que es la residencia principal de Mari.

Sin embargo, cuenta con una veintena de residencias más por el territorio vasco y cada siete años cambia de hogar. De ella dependen la fertilidad y las cosechas, y ella es la creadora de la lluvia. Está casada con el genio Sugaar y tiene dos hijos, Mikelats y Atarrabi.

Zezengorri es un ser que vive en las cuevas.Tiene forma de vaca o toro y protege el hogar de Mari.

Akerbeltz se encarga de proteger a los animales que están a su cuenta. Las brujas le adoran y él guía los Akelarres (reunión de brujas y brujas para la realización de rituales y hechizos).

Gizotso, hombre lobo. Mitad hombre y mitad lobo. Vive en los bosques y suele aparecer por la noche. Esta bestia salvaje es el resultado de la relación entre racionales e irracionales.

Es el genio de las pesadillas y temores nocturnos. Se dice que por las noches entra en las casas mientras la gente duerme. Para prevenir la entrada de Inguma a los hogares se debe colocar un Eguzkilore en las puertas y/o ventanas.

Los vientos son seres animados, así «Hegoi» e «Ipar» son los personajes mitológicos de los vientos del sur y del norte respectivamente.